Me gustaba mirar a las personas mientras
caminaban,
Permaneciendo callada en algún rincón,
muda.
Me
gustaba sentir la calma mientras lo demás se rompía, el ruido de los pasos y de
los autos hacía de mi espera algo pequeño, mirando desalentadamente a la gente
que corría, o que caminaba rápido por las calles de la ciudad.
yo sin prisa observo,
en mi fragilidad, observo
me he sentido tantas veces ridícula caminando
, contando cuantos pasos doy hasta llegar a mi destino
Y sigo sintiéndome ridícula.
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