jueves, 5 de diciembre de 2013
Pálido
Niño de las historias melancólicas, niño,
niño de melodías lentas, niño de respirar pausado
tienes un gesto liviano en tu mirada que cae como el agua
del otoño perdida hacia tu pálido rostro,
niño que pasas por entre la multitud
con un aire de provincia
sereno y en furia,
calmado y en llamas.
Estás sobre la vida , navegando en aguas de cenizas que olvidaste,
que tiraste entre las rocas, que quemaste lentamente,
estás sobre mi vida de piedra y huesos y sabor a manzana,
como a la eternidad eres relámpago,
y tu resplandor ilumina por entre las sombras de tu caminar , rodeado de eléctricas descargas.
Siempre has existido , niño, pálido, solo, triste,
mudo, canción, ave, árbol.
llenas la tierra con tu presencia casi ajena
casi como si no quisieras estar ,
tu alma enorme como un océano emigra a sitios
desconocidos y tu cabello huele a soledad,
tienes tu pecho lleno de soledades y tu corazón tiene
forma de lágrima.
Te pareces a un bosque desierto y olvidado en el que alguna vez alguien habitó,
eres lo mismo que un viento salvaje e indomable que se acaba en cualquier momento,
eres costumbres, eres cántaro sagrado y maldad,
derribas parte del horizonte con una mirada.
Pero no vuelves, pero no sangras, pero no eres tú.
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